DISEÑO PARA LA ADMINISTRACIÓN
DISEÑO PARA LA ADMINISTRACIÓN
El diseño para administración requiere ser reconocido como perteneciente a una de las básicas distinciones de
clase. No implica persuasión, información o educación en los sentidos expresados anteriormente sino que
contribuye a organizar ciertas comunicaciones dentro de sistemas. El diseño para administración incluye diseño
de formularios, boletos de transporte, entradas para espectáculos, memorándum, boletos de compra, remites,
organigramas, comunicaciones empresariales internas de todo tipo y, en una categoría un poco aparte, diseño de
valores -billetes de banco, sellos de correo, etc.-
El diseño de formularios tiene características especiales. Al diseñar un formulario el diseñador prepara la
estructura de un posible mensaje analizando problemas de categorías, jerarquías y secuencias sin entrar en
particularidades de contenido que el usuario va a proveer. De esta manera el diseño de un formulario informa al
usuario acerca de cómo presentar la información; persuade al usuario acerca de respetar el orden propuesto y
determina la selección y organización de la información provista por el usuario. De esta manera, el diseño de
formularios y otros elementos similares, en lugar de diseño de mensajes, es diseño de estructuras destinadas a
garantizar orden y pertinencia en los mensajes requeridos.
De alguna manera se relaciona con el diseño de retículas para diagramación en tanto que establece una
estructura física para los mensajes, pero va más allá que éstas en la rigidez de los espacios establecidos y en la
especificación de la clase de información que debe colocarse en cada espacio.
La complejidad de problema del diseño de boletos de transporte, entradas para espectáculos y otros elementos
similares, se basa en la necesidad de superponer diferentes mensajes dirigidos a diferentes receptores en el mismo
elemento. Precio, fecha, asiento, hora, lugar, puerta, etc., son informaciones dirigidas a los diferentes usuarios
que deben estar claramente presentadas en función de evitar confusiones y satisfacer un uso eficaz y rápido.
El diseño de valores tiene también sus problemas específicos, aunque en cierta medida la presencia de diseño de
información puede reconocerse como de capital importancia.
En el caso de un billete de banco por ejemplo, debe estar claramente indicado el valor del billete en función de
evitar confusiones (los billetes de los Estados Unidos, por ejemplo, son una ilustración de falta de buen diseño de
información, particularmente discriminatorio contra la gente con problemas de visión, dado que los billetes
tiene
todos el mismo tamaño y color). El diseño de billetes de banco se relaciona también con el diseño de imagen de empresa. El billete representa a su país y contribuye a la creación de una imagen, hasta cierto punto, promocional. Seguridad es el aspecto peculiar de esta clase de diseño: un billete de banco debe diseñarse para prevenir falsificaciones. El uso de retratos que acusan diferencias, incluso al ojo no entrenado, la técnica de filigrana con dibujos en positivo y negativo que dificultan su reproducción fotográfica, la sofisticación de las técnicas de grabados e impresión y la calidad del papel utilizado, representan decisiones de diseño que contribuyen a defender la irreproducibilidad de los billetes. Estas mismas consideraciones se aplican al diseño de sellos postales, con el agregado de otros requerimientos que derivan de su uso Ejemplos de mal diseño en este caso son las estampillas con plenos negros publicadas por México, en las cuales no es posible leer la fecha del matasellos de correos si ésta cae en el área negra. En el caso de los billetes de banco un ejemplo de mal diseño es el de los billetes de banco diseñados por Herbert Bayer para el banco del Estado de Turingia en 1923, fáciles de falsificar y con números difíciles de leer a causa de la falta de puntos, comas o espacios entre los dígitos. Estampillas fiscales, acciones, pagarés, títulos de propiedad, cheques, etc. pertenecen a esta misma categoría en la que el trabajo de diseñador se desarrolla sobre la base de la asesora de especialistas en criminología (falsificaciones) y de administradores pertenecientes a funciones relacionadas con la emisión y uso de estos valores.

todos el mismo tamaño y color). El diseño de billetes de banco se relaciona también con el diseño de imagen de empresa. El billete representa a su país y contribuye a la creación de una imagen, hasta cierto punto, promocional. Seguridad es el aspecto peculiar de esta clase de diseño: un billete de banco debe diseñarse para prevenir falsificaciones. El uso de retratos que acusan diferencias, incluso al ojo no entrenado, la técnica de filigrana con dibujos en positivo y negativo que dificultan su reproducción fotográfica, la sofisticación de las técnicas de grabados e impresión y la calidad del papel utilizado, representan decisiones de diseño que contribuyen a defender la irreproducibilidad de los billetes. Estas mismas consideraciones se aplican al diseño de sellos postales, con el agregado de otros requerimientos que derivan de su uso Ejemplos de mal diseño en este caso son las estampillas con plenos negros publicadas por México, en las cuales no es posible leer la fecha del matasellos de correos si ésta cae en el área negra. En el caso de los billetes de banco un ejemplo de mal diseño es el de los billetes de banco diseñados por Herbert Bayer para el banco del Estado de Turingia en 1923, fáciles de falsificar y con números difíciles de leer a causa de la falta de puntos, comas o espacios entre los dígitos. Estampillas fiscales, acciones, pagarés, títulos de propiedad, cheques, etc. pertenecen a esta misma categoría en la que el trabajo de diseñador se desarrolla sobre la base de la asesora de especialistas en criminología (falsificaciones) y de administradores pertenecientes a funciones relacionadas con la emisión y uso de estos valores.
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